Los medios, al modificar el ambiete, suscitan en nosotros percepciones sensoriales de proporciones únicas. La prolongación de cualquier sentido modifica nuestra manera de pensar y de actuar -nuestra manera de percibir el mundo.
Cuando estas proporciones cambian,
los hombres cambian.
El órgano dominante de la orientación sensorial y social en las sociedades prealfabéticas era el oído: "oír para creer". El alfabeto fonético obligó al mundo del oído a rendirse al mundo neutral del ojo. Al hombre le cambiaron un ojo por un oído.
La introducción del alephbet fonético dio forma a unos tres mil años de historia occidental: con ese medio, la compresión pasa a depender exclusivamente del ojo. El alfabeto es una estructura de fragmentos y partes sin valor semántico propio que deben enhebrase como abalorios y en un orden prescripto. Su uso promovió y estimuló el hábito de percibir cualquier ambiente en términos visuales y espaciales -particularmente en términos de un espacio y un tiempo uniformes.
MARSHALL MCLUHAN. El medio es el mensaje
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